Salsa de ostras
La salsa de ostras original no era más que ostras cocidas a fuego lento durante un tiempo hasta que se caramelizaran y redujeran creando esta salsa marrón oscuro de tonos salados, dulces, umami. Desafortunadamente este método resulta muy caro por la gran cantidad de ostras que deben usarse. Hoy en día, la mayoría de salsas en los supermercados se crean a partir de almidón, que espesa la salsa, sal, azúcar y extracto de ostras. Muchas veces se les añade glutamato monosódico, que es el causante del sabor umami, aunque no se aprecia demasiada diferencia entre las que llevan glutamato añadido y las que no, ya que las ostras presentan sabor umami en sí mismas.
La salsa de ostras se creó en china hace ya más de un siglo y que se obtiene mediante la cocción a muy baja temperatura y durante mucho tiempo de ostras. Este prolongado proceso de cocción extrae el sabor de las ostras y lo modifica hasta el punto en que la salsa no sabe a marisco ni su sabor recuerda a la ostra en lo más mínimo. De hecho es una salsa que se usa sobre todo para combinar con carne de vaca y con pollo.
Cuando pensamos en una receta para la salsa de ostras, lo primero que se nos viene a la cabeza es, sin duda, la ternera con salsa de ostras. Esta salsa de origen chino aporta un sabor profundo y complejo, salado, pero con un fondo dulce.