Son más las similitudes que las diferencias entre las recetas asiáticas y la cocina occidental, por muy distanciados que estén sus orígenes. En ambos casos hay una veneración absoluta hacia la calidad de la materia prima. Si hay que encontrar una diferencia, esta sería el magistral uso de las especias que hace la comida asiática y el aprovechamiento de los recursos locales, hecho que se hace notar en platos tan suculentos como el pescado al curry, arroz chino con pollo, la dorada con salsa de tamarindo o unos fideos con salsa de soja.
La cocina asiática es muy diversa y variada, debido a la gran amplitud geográfica del continente, pero lo que hay que tener por seguro es que toda ella es deliciosa.
Las recetas orientales son un verdadero placer para los sentidos. No solo por sus ingredientes, siempre naturales y saludables, sino por sus técnicas de elaboración, algunas muy sofisticadas. Tal vez la japonesa y la china sean las más populares, pero la vietnamita, tailandesa o india cada vez ganan más seguidores.
Rica en especias y de sabores intensos, la cocina asiática sorprende por su variedad de sabores y productos, mayoritariamente de origen vegetal, sin olvidarnos de sus pescados y carnes. La sopa es uno de sus platos estrella, pero el arroz y sus múltiples variedades se lleva la palma pues es la base de la mayoría de sus platos.
¿Alguna vez te has atrevido a preparar algún plato de la cocina asiática en casa? A pesar de las similitudes que mencionábamos antes, cocinar una receta oriental no tiene nada que ver con nuestra cocina, pero si quieres sorprender a los tuyos con la originalidad de sus platos, atrévete a preparar alguna receta de cocina asiática. ¡Van a flipar!
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